Foto de Cartier Bresson

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viernes, noviembre 27, 2009

María Pugliese: de EJECUCIONES (Inédito)



María Pugliese.

De: EJECUCIONES. Inédito. 2004-2009

María Pugliese: Nació en Buenos Aires, en 1957. Editó los libros de poemas: “De uno y otro lado” (Ed. Filofalsía, Buenos Aires, 1989, con dibujos de interior de Roberto Aguirre Molina); “Esquirlas” (Ed. La rama dorada, Buenos Aires, 1990, Tapa y dibujos de interior de Graciela Cassell, Texto de contratapa a cargo del escritor Rodolfo Alonso) y “Voces como furias” (Ed. Ultimo Reino, Buenos Aires, 1996, Fotos de tapa y solapa de Aldo Tavella). “Vigías en la noche” (Ed. Ultimo Reino, Buenos Aires, 2007). A la fecha, posee varios libros de poemas inéditos. Cabe destacar que parte de su obra fue recogida por distintas antologías editadas tanto en el país como en el extranjero. Diversos ensayos de su autoría fueron editados en distintos medios gráficos. Su producción poética ha sido acreedora de numerosos premios literarios. María Pugliese ya ha sido publicada en Artesanías literarias. Reside en la localidad de Muñiz

I.-

entre una línea de sol al mediodía
y las penumbras
permanece el cerco inalterable
del desencanto
tan profundo y elevado
alto
que no quiero decir
cuánto me callo

II.-

cielo horizonte cielo
descubiertos
azules grises rojos tornasoles
imantan una figura triste
hacia el afuera
la observan
en custodia
por el tedioso marco de metal
por la ventana

III.-

el olfato ondula
entre los vestidos que conservan la fragua
de los aromas íntimos
y me traiciona

el sabor del café
oscila por el borde de la taza
y refiere a los sellos de la boca
sobre el esternón
y me traiciona

el discurso de un andar constante
bajo sauces sombreados
evoca pasillos maullidos vidrios rotos
escritos llantos desesperos
vanidades
y me traiciona

el erizo cautivo
se resiente
se niega al alimento
se encrespa y se contrae
cuando el único peligro es la huída
cuando la única certeza es la ansiedad
y me traiciona

la estela
enaltece con ráfagas
aristas que devuelve el sueño:
mejillas en roce
cinturas trenzadas
piernas en arco
ensalmos placidez
y me traiciona

son una niebla espesa
que transmuta en desprecio
cualquier rastro de amor


IV.-


señales imperfectas atraviesan
un crisol de sonidos recurrentes
se combinan y alternan recepción-emisión
con dádivas del pretérito en presentes
con cláusulas de impertinencia

un idioma sin resonancias

vigas pacientes sobre arena
interrogan
persuaden
resignifican
lo que avanza y arrasa
sin piedad

V.-


una morada en ruinas
flores de paraíso en cementerio

lloviznan uno a uno
sonidos recurrentes

ni se oye llorar


VI.-

desde aguas turbias
vengo a brazo partido
desde la hondura de lo inevitable

retuve entre los labios
pétalos de amapolas
que ahora se desprenden
en breteles de aromas
sobre las simas del perineo

alterné los expiros
con desechos y lodo
le di impulso a los pasos
con insignes evocaciones
de la palabra suelo
asilo recinto

demoré los latidos
profané del aire
del sopor

sobre aguas turbias
los camalotes mecen
una presencia inalterable:
de pie
de espaldas
sin mirar
sin oír
sin pronunciar
no quiero


VII.-

no me niegues
no te escondas
de mí

que aniden
en su bretel de aromas
que resistan
ante los gestos sumisos de las brisas
que bajen
por la ribera de los juncos

no me niegues
no te escondas
de mí

que ondulen
sobre aguas turbias
que perturben
con sus tramas
a los engaños
y a las mentiras
y a todo lo fingido sepultado

los ojos
sus ojos
digan me digan
los ojos
mis ojos
digan le digan
pero


no me niegues
no te escondas
de mí


VIII.-




nunca
nadie
nada
detrás



IX.-

en punto muerto
los pájaros advierten el fin de la tormenta

los soplos arrasaron con granizos
la debilidad de las hojas de las ramas quebradas

humedad sobre una sed estéril

se anuncian
adioses
en el cuenco de los desperdicios
donde convergen senderos anudados

sin respiros

sin salidas



X.-


¿y entonces?
¿en nombre de qué o quién?
¿de lo extremo e inaudito?
¿de lo inquebrantable?
¿de lo obsceno?

¿dónde?

a un paso
del vacío y los barrancos
del estallido
que no es fin
sino principios
en medio de bosques
entre lianas y líquenes
desde el asilo a las cavernas
con el reverbero del agua
o su espejismo

¿con cuánto?
sin más
que una hora señalada
despojos
aguijones en sangre
sin más
que un manto de niebla espesa

¿por cuánto?
a precio
de un beso
y dos abrazos
a la hora señalada
un son de violetas enlazadas
cae

es lo único que cae
haz de luces
cae

de cara al sol
de cara al sol

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jueves, noviembre 19, 2009

Del Poemario de FABIANA LEÓN



de «Para Nombrar Eso»

Material seleccionado por Susana Zazzetti del libro de Fabiana León editado recientemente y presentado en Villa María, "Para nombrar eso", correspondiente a la primera parte completa del mismo, llamada "Poder".


I

Vení
sentate
comamos juntos
quiero ver
cómo es tu boca
ahora
tras la excitación
del poder
traé la esclavitud
de tu vieja pobreza
y los pantalones bajos
como tu intestino deseo
de tener
un nombre
una casa
mujeres
privilegios
pudiste ser libre
elegiste el salto sin red
la que tendían tus amigos
cuando estabas solo
sabés que la traición
es un camino
de ida.

II

Rogá que la memoria quepa
en un grano de sal
así no arderá la herida
de tu lengua enferma.

III

¿Quién te puso precio
si no tu propio espejismo?

IV

Traías el puñal en la manga
como un ilusionista
desaparecí
cuando la sangre
manchó mi frente.

V

Escuché que hablaba
de revolución
como si fuera capaz
después lo vi desnudo
ante el ardor
delatando el sueño de los otros.

VI

Con los brazos en cruz
orinaste la conciencia
abriste un río de lodo
que no para de correr.

VII/
Nadie cuestiona
que lleves pan a tu mesa.
¿pero la hiel de la palabras?
¿el convencimiento?

VIII

En las altas esferas
todo se ve
chiquito
hasta la dignidad
de un hombre.

IX

Cuántas veces
de rodillas
pediste clemencia
o pagaste
sexo
también hincado
ante la luz
¿valió la pena?

X

¿Sirvió que tatuaras
un dragón
a tu espalda
de cipayo?

XI

Acontecido
yermo
malviviente
serás apenas
una piedra en el zapato
arrojada a la orilla
del camino.

XII

Toda la vida
buscaste
un sillón
que contuviera
el tamaño
de tu indecencia.

XIII

Creías que era
gratis
los premios
los halagos
los aplausos
seguí participando
en el carrusel
de los vampiros.

XIV

Y ahí va
con su poemita
al hombro
araña sin destino
tejida por la sombra
poemas mentirosos
pobres versitos
de mortal
impostora.

XV

Cuánto hacía
que no te arrodillabas
en las tablas gastadas
de la iglesia
golpeabas tu pecho
por mi culpa
por tu sangre
por la cruz.
Después robaste
el vino
y las conciencias.

XVI

Lo viste correr
despedazado
y sin embargo
no atinaste
a cruzar la calle
y juntar sus retazos.

XVII

Es fácil ser dios
pensaste
sólo hay que exigir
y saberlo
todo.
Conozco gente
así
rodeada de adulones
pálidos fieles
ungidos por el diezmo
del silencio
y la sed.