María Pugliese.
De: EJECUCIONES. Inédito. 2004-2009
María Pugliese: Nació en Buenos Aires, en 1957. Editó los libros de poemas: “De uno y otro lado” (Ed. Filofalsía, Buenos Aires, 1989, con dibujos de interior de Roberto Aguirre Molina); “Esquirlas” (Ed. La rama dorada, Buenos Aires, 1990, Tapa y dibujos de interior de Graciela Cassell, Texto de contratapa a cargo del escritor Rodolfo Alonso) y “Voces como furias” (Ed. Ultimo Reino, Buenos Aires, 1996, Fotos de tapa y solapa de Aldo Tavella). “Vigías en la noche” (Ed. Ultimo Reino, Buenos Aires, 2007). A la fecha, posee varios libros de poemas inéditos. Cabe destacar que parte de su obra fue recogida por distintas antologías editadas tanto en el país como en el extranjero. Diversos ensayos de su autoría fueron editados en distintos medios gráficos. Su producción poética ha sido acreedora de numerosos premios literarios. María Pugliese ya ha sido publicada en Artesanías literarias. Reside en la localidad de Muñiz
I.-
entre una línea de sol al mediodía
y las penumbras
permanece el cerco inalterable
del desencanto
tan profundo y elevado
alto
que no quiero decir
cuánto me callo
II.-
cielo horizonte cielo
descubiertos
azules grises rojos tornasoles
imantan una figura triste
hacia el afuera
la observan
en custodia
por el tedioso marco de metal
por la ventana
III.-
el olfato ondula
entre los vestidos que conservan la fragua
de los aromas íntimos
y me traiciona
el sabor del café
oscila por el borde de la taza
y refiere a los sellos de la boca
sobre el esternón
y me traiciona
el discurso de un andar constante
bajo sauces sombreados
evoca pasillos maullidos vidrios rotos
escritos llantos desesperos
vanidades
y me traiciona
el erizo cautivo
se resiente
se niega al alimento
se encrespa y se contrae
cuando el único peligro es la huída
cuando la única certeza es la ansiedad
y me traiciona
la estela
enaltece con ráfagas
aristas que devuelve el sueño:
mejillas en roce
cinturas trenzadas
piernas en arco
ensalmos placidez
y me traiciona
son una niebla espesa
que transmuta en desprecio
cualquier rastro de amor
IV.-
señales imperfectas atraviesan
un crisol de sonidos recurrentes
se combinan y alternan recepción-emisión
con dádivas del pretérito en presentes
con cláusulas de impertinencia
un idioma sin resonancias
vigas pacientes sobre arena
interrogan
persuaden
resignifican
lo que avanza y arrasa
sin piedad
V.-
una morada en ruinas
flores de paraíso en cementerio
lloviznan uno a uno
sonidos recurrentes
ni se oye llorar
VI.-
desde aguas turbias
vengo a brazo partido
desde la hondura de lo inevitable
retuve entre los labios
pétalos de amapolas
que ahora se desprenden
en breteles de aromas
sobre las simas del perineo
alterné los expiros
con desechos y lodo
le di impulso a los pasos
con insignes evocaciones
de la palabra suelo
asilo recinto
demoré los latidos
profané del aire
del sopor
sobre aguas turbias
los camalotes mecen
una presencia inalterable:
de pie
de espaldas
sin mirar
sin oír
sin pronunciar
no quiero
VII.-
no me niegues
no te escondas
de mí
que aniden
en su bretel de aromas
que resistan
ante los gestos sumisos de las brisas
que bajen
por la ribera de los juncos
no me niegues
no te escondas
de mí
que ondulen
sobre aguas turbias
que perturben
con sus tramas
a los engaños
y a las mentiras
y a todo lo fingido sepultado
los ojos
sus ojos
digan me digan
los ojos
mis ojos
digan le digan
pero
no me niegues
no te escondas
de mí
VIII.-
nunca
nadie
nada
detrás
IX.-
en punto muerto
los pájaros advierten el fin de la tormenta
los soplos arrasaron con granizos
la debilidad de las hojas de las ramas quebradas
humedad sobre una sed estéril
se anuncian
adioses
en el cuenco de los desperdicios
donde convergen senderos anudados
sin respiros
sin salidas
X.-
¿y entonces?
¿en nombre de qué o quién?
¿de lo extremo e inaudito?
¿de lo inquebrantable?
¿de lo obsceno?
¿dónde?
a un paso
del vacío y los barrancos
del estallido
que no es fin
sino principios
en medio de bosques
entre lianas y líquenes
desde el asilo a las cavernas
con el reverbero del agua
o su espejismo
¿con cuánto?
sin más
que una hora señalada
despojos
aguijones en sangre
sin más
que un manto de niebla espesa
¿por cuánto?
a precio
de un beso
y dos abrazos
a la hora señalada
un son de violetas enlazadas
cae
es lo único que cae
haz de luces
cae
de cara al sol
de cara al sol
-- -- -- -- --
entre una línea de sol al mediodía
y las penumbras
permanece el cerco inalterable
del desencanto
tan profundo y elevado
alto
que no quiero decir
cuánto me callo
II.-
cielo horizonte cielo
descubiertos
azules grises rojos tornasoles
imantan una figura triste
hacia el afuera
la observan
en custodia
por el tedioso marco de metal
por la ventana
III.-
el olfato ondula
entre los vestidos que conservan la fragua
de los aromas íntimos
y me traiciona
el sabor del café
oscila por el borde de la taza
y refiere a los sellos de la boca
sobre el esternón
y me traiciona
el discurso de un andar constante
bajo sauces sombreados
evoca pasillos maullidos vidrios rotos
escritos llantos desesperos
vanidades
y me traiciona
el erizo cautivo
se resiente
se niega al alimento
se encrespa y se contrae
cuando el único peligro es la huída
cuando la única certeza es la ansiedad
y me traiciona
la estela
enaltece con ráfagas
aristas que devuelve el sueño:
mejillas en roce
cinturas trenzadas
piernas en arco
ensalmos placidez
y me traiciona
son una niebla espesa
que transmuta en desprecio
cualquier rastro de amor
IV.-
señales imperfectas atraviesan
un crisol de sonidos recurrentes
se combinan y alternan recepción-emisión
con dádivas del pretérito en presentes
con cláusulas de impertinencia
un idioma sin resonancias
vigas pacientes sobre arena
interrogan
persuaden
resignifican
lo que avanza y arrasa
sin piedad
V.-
una morada en ruinas
flores de paraíso en cementerio
lloviznan uno a uno
sonidos recurrentes
ni se oye llorar
VI.-
desde aguas turbias
vengo a brazo partido
desde la hondura de lo inevitable
retuve entre los labios
pétalos de amapolas
que ahora se desprenden
en breteles de aromas
sobre las simas del perineo
alterné los expiros
con desechos y lodo
le di impulso a los pasos
con insignes evocaciones
de la palabra suelo
asilo recinto
demoré los latidos
profané del aire
del sopor
sobre aguas turbias
los camalotes mecen
una presencia inalterable:
de pie
de espaldas
sin mirar
sin oír
sin pronunciar
no quiero
VII.-
no me niegues
no te escondas
de mí
que aniden
en su bretel de aromas
que resistan
ante los gestos sumisos de las brisas
que bajen
por la ribera de los juncos
no me niegues
no te escondas
de mí
que ondulen
sobre aguas turbias
que perturben
con sus tramas
a los engaños
y a las mentiras
y a todo lo fingido sepultado
los ojos
sus ojos
digan me digan
los ojos
mis ojos
digan le digan
pero
no me niegues
no te escondas
de mí
VIII.-
nunca
nadie
nada
detrás
IX.-
en punto muerto
los pájaros advierten el fin de la tormenta
los soplos arrasaron con granizos
la debilidad de las hojas de las ramas quebradas
humedad sobre una sed estéril
se anuncian
adioses
en el cuenco de los desperdicios
donde convergen senderos anudados
sin respiros
sin salidas
X.-
¿y entonces?
¿en nombre de qué o quién?
¿de lo extremo e inaudito?
¿de lo inquebrantable?
¿de lo obsceno?
¿dónde?
a un paso
del vacío y los barrancos
del estallido
que no es fin
sino principios
en medio de bosques
entre lianas y líquenes
desde el asilo a las cavernas
con el reverbero del agua
o su espejismo
¿con cuánto?
sin más
que una hora señalada
despojos
aguijones en sangre
sin más
que un manto de niebla espesa
¿por cuánto?
a precio
de un beso
y dos abrazos
a la hora señalada
un son de violetas enlazadas
cae
es lo único que cae
haz de luces
cae
de cara al sol
de cara al sol
-- -- -- -- --
2 comentarios:
Lirismo profundo,en un estilo que grita la vida a viva voz. Muy buena literatura.susana zazzetti
Muy bellas en profundidad y estilo. Cordialmente Mercedes Sáenz
Publicar un comentario