Poemas / Susana Giraudo
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Un barrio desdichado
un callejón que huele a grito
de niño insatisfecho
y un idiota sin esperanza
vendiendo lotería.
Nadie logró que entendiera,
que no vale la pena
malgastar su saliva.
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Inmóvil sobre las rocas
un albatro solitario.
En el puerto fragoso
un marinero
achica el foquecon sus manos sogueras,
cuando el sudor lo detiene
se mira con el ave
a los ojos.
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Digo padre
y me parece verlos ladrillos,
la plomada,
el hambre del cimiento
abierto en el baldío
y las gallinas
picoteando tus culpas... padre.
No sé si vi una casa
o sólo vi la idea.
Pero ya parecía
necesario el frío y
menos culpás tus culpas, padre.
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Tenía todo el temor adolescente y
en las noches,
tapaba mi cabeza con la colcha.
Fingía dormir.
En esa media hora eterna,
inmóvil, silenciosa,
apretaba en mi mano
la linternita aquélla.
Cuando escuchaba el rumor
del sueño de mi padre
la encendía
debajo del frío de las sábanas.
Leía El Decamerón.
Bocaccio terminaba las pilas
o el sueño me ganaba.
Me lo prestó una amiga.
los libros eran de otros
que los leían
de día.
******
Convivo con el miedo.
Obligo a mis manos
a salir por las calles
mientras quedo a la espera.
Y es en esa vigilia
que soy presa del miedo.
Miedo al sonido de pasos
sobre baldosas desiertas.
Y un miedo apenas envidioso
cuando escucho a la calle
suspirar a la sombra
de la pasión de un árbol.
Miedo del silencio herido impunemente
por la gota
de un grifo monocorde.
Y este miedo de mí,
que camino afuera
adherida a los muros
patrullando el contorno
espectral
de la casa.
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No necesito el jardín,
para nada.
Él no viene a mi encuentro
en la noche más áspera.
No necesito del naranjo
para nada.
Siempre su engaño cruel
con esa fruta amarga
ardiéndome los labios.
Amarga como esta casa
que ha perdido los ecos.
Si por lo menos fuera
el silencio
de algún zapato
con el cordón desatado
o un pantalón en desorden
tirado sobre la cama.
Si por lo menos eso,
pero ya nada.
Nada.
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Soy una mujer de luto,
de dolor a toda hora.
Antes de esto
no sabía dela articulación del hombro;
de las piernas cansadas
ni de la inmensa apatía.
Antes yo
cantaba.
7 comentarios:
BELLAS LAS POESIAS QUE HABLAN DE TU VIDA PASADA....
CON TANTA NOSTALGIA.
TENGO 13 AÑOS Y TE LEO SIEMPRE EN EL TALLER.
VICTORIA OLIVA.
ES UN PLACER CONOCER Y LEER A ESTA POETA QUE ME ASOMBRA CON TALES VERSOS.
HE LEÍDO MONEDAS EN EL AGUA DE UNA FUENTE. BELLÍSIMO LIBRO.
TENGO TRECE AÑOS Y TE LEO EN EL TALLER LITERARIO.
MILI MORENO.
Susana, nos encantaron tus poesias y tu último libro que hemos analizado en el taller.
Tus producciones son hermosas.
TE LEEMOS SIEMPRE EN EL TALLER.
JULIETA FUNES Y MACARENA PEREYRA.
Susana, nos encantaron tus poesias y tu último libro que hemos analizado en el taller.
Tus producciones son hermosas.
TE LEEMOS SIEMPRE EN EL TALLER.
JULIETA FUNES Y MACARENA PEREYRA.
ES UN PLACER CONOCER Y LEER A ESTA POETA QUE ME ASOMBRA CON TALES VERSOS.
HE LEÍDO MONEDAS EN EL AGUA DE UNA FUENTE. BELLÍSIMO LIBRO.
TENGO TRECE AÑOS Y TE LEO EN EL TALLER LITERARIO.
MILI MORENO
Hermosa poesía que me era totalmente desconocida. Gracias por publicarla.
Marta Zabaleta
Poesía de interioridad, que sale al mundo, escrita desde el cuerpo de mujer-poeta, indivisible unidad. Siempre es un alegría enocntrarte Cuando te leo, todavía escucho tu voz
MARITA RAGOZZA
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