MARIO TREJO ( l926)
Aún está la duda, la inseguridad del lugar de su nacimiento. ¿La Plata ? ¿ La Patagonia ? Donde fuere, lo cierto es que hay una geografía común, única, compartida, universal, donde nacen los poetas: la palabra. Mario Trejo es un poeta sin hermetismo. Se adentra en el existencialismo humano y su complejidad, y escribe una poesía generosa y despojada. Su mundo inventivo-creativo, en donde se entreveran los caminos del erotismo, el dolor, el desarraigo, el amor, se desliza con remniscencias surrealistas que impactan con su belleza y hondura. Mario crea y recrea fguras poéticas que van más allá de cualquier convencionalismo, apartándose de la poesía confesional pura. Una evidente sensualidad navega por sus escritos, aún en los objetos más cotidianos. "El universo se ha ensanchado hasta el tamaño de una cama"- dice, y toda la riqueza poética cabe en esta simple anunciación. "Aquí yace el que esperó toda su vida el momento perfecto" el que yace, el que esperó, por supuesto, es él. Y le llegaron todas las palabras. Ha participado en la dirección de Luz y sombra (1948), dirigió Cinedrama, revista de cine y teatro contemporáneos (1953), colaboró además en Ciclo y Conjugación de Buenos Aires. Ha editado en poesía: El uso de la palabra (1979) reúne tres libros: Crítica de la razón poética, El amor cuerpo a cuerpo y Lingua Franca, e incluye los poemas que le valieron el Premio Casa de las Américas (La Habana , 1964); La pena capital (Madrid, 1980); Orgasmo y otros poemas (1989). Cassette: De puño y letra (1989). Poemas en inglés grabados por Jeanne Lee, con música de Miles Davis y Aretha Franklin, New York, 1972. Canciones con Astor Piazzola y Waldo de los Ríos. Teatro: En colaboración con Alberto Vanasco ha escrito, No hay piedad para Hamlet (1948-1952), Premio Municipal de Buenos Aires, 1957, y Premio Nacional Florencio Sánchez, 1960; Libertad y otras intoxicaciones, primer tratamiento de la tortura y los derechos humanos (1967), entre otras. Cine: como guionista, Desarraigo, Mención de Honor en el Festival de San Sebastián (1965); guionista actor de Bernardo Bertolucci. "Martín Fierro" compartido en 1959. Obras: " Celdas de la sangre" , "Poesía Buenos Aires" y otras. Susana Zazzetti.
4
Volvamos al Gran Cuento.
La Historia
parida o parturienta.
El pulgar que se opone a la palma.
Milagro de la mano.
Sentidos. Oreja lengua nariz
y sobre todo piel y ojos.
Escribo al dictado.
No me disculpo.
Hay poco tiempo.
De un momento a otro
de un hombre a otro
no hay más que la distancia de una imagen.
Ni ilusión ni realidad.
7
Nostalgia de palacio o de caverna.
Allí todo hubiera sido diferente.
No me quejo.
Sólo quiero aclarar.
Quise hacer el primer fuego
y otros lo habían hecho antes.
Quise incendiar los castillos
y sólo quedaban ruinas.
Mi cuerpo acude a la ceremonia.
Es lo último que recuerdo.
10
Ha llegado la hora.
Confesaré.
Daré datos precisos.
No mentiré.
No caeré en contrabando.
Tomaré todas las drogas.
Acataré lo sagrado y lo profano
su único hijo
nuestro dolor.
No codiciaré la muerte del prójimo.
Me revolcaré sólo de amor.
La noche, sabemos, etcétera, etcétera, etcétera.
El alba
ya lo dije
es oficio de sobrevivientes.
La poesía
Sí.
Porque sus labios nacen a la luz de mis ojos.
Cuando aparece su voz, su ritmo invulnerable,
las cosas le obedecen.
Sobre las miras adversarias, sobre el tedioso
oficio de temerle, están las voces sin reposo.
las patrullas del tiempo, las olas victoriosas.
Ciudadela de la oscura verdad que desampara al
hombre: yo soy tu prisionero y soy tu fugitivo.
¿ Mi contraseña?
Ejercer tu silencio, solicitar tu estruendo.
Porque, ¿ qué es entonces la poesía sino una
fanática consigna, una tensión entre los
muertos y las profecías?
Para partir, para llegar
También aquí se quiso huir
dejarlo todo atrás
reanudar el silencio
desbaratar una copiosa primavera
pasar por alto algo más todavía
Pero muchos años han pasado por este poema
con muertes y orgasmos
amores y guerras
soledad y dictadores
El tiempo es una paciencia
largamente presentida
y elástica
Ya no hay tiempo para perder
en mitos y melancolías
Ya no es tiempo de perder.
Hablemos del lobo
Solitario en la nieve olfatea
Perseguidor de huellas y de tufos
La víctima comparece
Salto
Dentellada
Sangre sobre la nieve
Breve pasión que otro verdugo
Desde lejos abolirá de un balazo
El reino de la necesidad no conoce moral.
Gatsby blues
Tengo amor y lo doy
Alguien me extraña
Otros me necesitan
Tengo recuerdos inmortales
Y olvidos de ruedas que giran al revés
Pienso toda razón
Y siento como un místico
Mi Yo hizo las paces con el Otro
Sólo me faltan 900.000 dólares para ser feliz.
Ruinas de un poema
No sé si fue verdad que nos amamos
ni si es verdad esto que llamo olvido
Yo te imagino perdida en otra hora
desnuda entre panteras temerosas
sobre las ruinas del templo que incendiamos
Yo también estoy solo
en este sueño que alguna vez soñamos
y aún soñamos
No sé si fue verdad que nos amamos
ni si es verdad esto que llamo olvido.
4
Volvamos al Gran Cuento.
La Historia
parida o parturienta.
El pulgar que se opone a la palma.
Milagro de la mano.
Sentidos. Oreja lengua nariz
y sobre todo piel y ojos.
Escribo al dictado.
No me disculpo.
Hay poco tiempo.
De un momento a otro
de un hombre a otro
no hay más que la distancia de una imagen.
Ni ilusión ni realidad.
7
Nostalgia de palacio o de caverna.
Allí todo hubiera sido diferente.
No me quejo.
Sólo quiero aclarar.
Quise hacer el primer fuego
y otros lo habían hecho antes.
Quise incendiar los castillos
y sólo quedaban ruinas.
Mi cuerpo acude a la ceremonia.
Es lo último que recuerdo.
10
Ha llegado la hora.
Confesaré.
Daré datos precisos.
No mentiré.
No caeré en contrabando.
Tomaré todas las drogas.
Acataré lo sagrado y lo profano
su único hijo
nuestro dolor.
No codiciaré la muerte del prójimo.
Me revolcaré sólo de amor.
La noche, sabemos, etcétera, etcétera, etcétera.
El alba
ya lo dije
es oficio de sobrevivientes.
La poesía
Sí.
Porque sus labios nacen a la luz de mis ojos.
Cuando aparece su voz, su ritmo invulnerable,
las cosas le obedecen.
Sobre las miras adversarias, sobre el tedioso
oficio de temerle, están las voces sin reposo.
las patrullas del tiempo, las olas victoriosas.
Ciudadela de la oscura verdad que desampara al
hombre: yo soy tu prisionero y soy tu fugitivo.
¿ Mi contraseña?
Ejercer tu silencio, solicitar tu estruendo.
Porque, ¿ qué es entonces la poesía sino una
fanática consigna, una tensión entre los
muertos y las profecías?
Para partir, para llegar
También aquí se quiso huir
dejarlo todo atrás
reanudar el silencio
desbaratar una copiosa primavera
pasar por alto algo más todavía
Pero muchos años han pasado por este poema
con muertes y orgasmos
amores y guerras
soledad y dictadores
El tiempo es una paciencia
largamente presentida
y elástica
Ya no hay tiempo para perder
en mitos y melancolías
Ya no es tiempo de perder.
Hablemos del lobo
Solitario en la nieve olfatea
Perseguidor de huellas y de tufos
La víctima comparece
Salto
Dentellada
Sangre sobre la nieve
Breve pasión que otro verdugo
Desde lejos abolirá de un balazo
El reino de la necesidad no conoce moral.
Gatsby blues
Tengo amor y lo doy
Alguien me extraña
Otros me necesitan
Tengo recuerdos inmortales
Y olvidos de ruedas que giran al revés
Pienso toda razón
Y siento como un místico
Mi Yo hizo las paces con el Otro
Sólo me faltan 900.000 dólares para ser feliz.
Ruinas de un poema
No sé si fue verdad que nos amamos
ni si es verdad esto que llamo olvido
Yo te imagino perdida en otra hora
desnuda entre panteras temerosas
sobre las ruinas del templo que incendiamos
Yo también estoy solo
en este sueño que alguna vez soñamos
y aún soñamos
No sé si fue verdad que nos amamos
ni si es verdad esto que llamo olvido.
Los pájaros perdidos
(Astor Piazzolla le puso música)
Amo los pájaros perdidos
que vuelven desde el más alla,
a confundirse con un cielo
que nunca más podre recuperar.
Vuelven de nuevo los recuerdos,
las horas jóvenes que di
y desde el mar llega un fantasma
hecho de cosas que amé y perdí.
Todo fue un sueño, un sueño que perdimos,
como perdimos los pájaros y el mar,
un sueño breve y antiguo como el tiempo
que los espejos no pueden reflejar.
Después busqué perderte en tantas otras
y aquella otra y todas eras vos;
por fin logré reconocer cuando un adiós es un adiós,
la soledad me devoró y fuimos dos.
Vuelven los pájaros nocturnos
que vuelan ciegos sobre el mar,
la noche entera es un espejo
que me devuelve tu soledad.
Soy sólo un pájaro perdido
que vuelve desde el más allá
a confundirse con un cielo
que nunca más podré recuperar.
'''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''
2 comentarios:
No me canso de leerla. Es una producción maravillosa. bellísima. Gracias Susana, Gacias Editor y Gracias a quién puso también esa extraordinaria foto(todos los Gracias fueron con mayúscula a propósito)
Los abrazo.
Mercedes Sáenz
Son versos tan hermosos!!!!
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