Foto de Cartier Bresson

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miércoles, mayo 30, 2007

LLUVIA

Ester Mann


Septiembre. Fin del verano. Sol calcinante que derrite los huesos. El aire no se mueve, inerte. Las hojas de los árboles han tomado una tonalidad terrosa y las flores se inclinan hacia el suelo, cansadas. En el cielo azul, hacia el este, nubarrones de un gris oscuro, que parecen sólidos, prometen lluvia.
Aparecen en mi mente imágenes espontáneas, asociaciones involuntarias: una quijada de vaca reseca, indios que lanzan flechas encendidas, cactus, un hombre polvoriento a caballo y aves de presa planeando sobre su cabeza; a lo lejos un grupo de casas y en la calle principal un bar. Las puertas de vaiven aún se balancean: alguien ha entrado... ¡No! ¡Esos no son mis recuerdos! ¡No he vivido esos hechos! ¡No son asociaciones propias, me han sido implantadas por los medios de comunicación!
Son los clishés insertados en mi memoria por los cientos de películas de vaqueros que he visto en mi vida...Frases hechas leídas en libritos baratos...Son recuerdos ajenos, falsos...
¿Qué es lo que estoy escribiendo? ¿De dónde he sacado eso del “sol calcinante”? ¿Desde cuándo las flores pueden estar cansadas? Es que mi cerebro está tan atiborrado de lugares comunes que no haya leído o visto en algún lado, que ya no soy capaz de escribir dos líneas originales.
Mientras pienso todo esto, grandes gotas de lluvia, gordas y pesadas, revientan en la tierra seca que las absorbe sin que quede huella. Las hojas de los árboles tornan a brillar y las flores comienzan a erguirse.
En el término de unos minutos la lluvia se ha convertido en un aguacero y comienzan a formarse charcos de agua. La temperatura ha bajado en varios grados; sin prestar atención comienzo a tararear una melodía.
En mi imaginación la figura de Gene Kelly, con el paraguas en la mano, baila y se empapa de pies a cabeza.
Sigo caminando y disfruto de la mojadura mientras, sin darme cuenta, prosigo “cantando bajo la lluvia”.

2 comentarios:

Avesdelcielo dijo...

Mini ficciones, con lenguaje ágil y con un trasfondo que enirquecen el argumento.
Ester, me gusta tu forma de escribir.
MARITA RAGOZZA

Sonia Cautiva dijo...

Un argumento sacado de una galera conocida ,increíble
Tus hábiles decripciones trajeron muy pronto a mis ojos el miedo terrible a los japoneses kamikase a los que mamá les tenía miedo y nos lo transmitió cuando pasábamos frente a una tintorería, allá por el 40 y pico.
Un relato imperdible.
Gracias, Esther